Había una vez muchos conejitos y eran todos re blanquitos, así re lindos .- Y había uno que en la oreja tenía un triángulo de pelo negro, onda manchita; y entonces todos los demás lo cargaban, lo discriminaban, era el M A R G I N A D O. Entonces no sabía cómo sacarsela- y no había tintura, entonces por ahí había una vía de tren y el conejito dijo: - Ya sé cuando pase el tren voy a poner la oreja en la via para que me la corte : D
Y bueno, entonces veía que venía el tren y puso la oreja y pasó el tren y le cortó la oreja, pero también la cabeza (se la cortó x.x)
Y la moraleja es que: 'no hay que perder la cabeza por un triangulito de pelo'
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